¿Qué no estás logrando HOY?
Hoy me desperté temprano, porque la noche anterior no pude descansar con los pendientes que rondaban en mi mente. Sí, esos pendientes que te debilitan, te agotan, te disgustan y te llevan al punto de sentir ansiedad y desesperación por no terminar aquellas tareas tediosas que vienes postergando. Los pretextos se hacen más grandes que el simple hecho de detenerte y ponerte las pilas para finalizarlas.
Una de las mías es la bandeja de entrada de e-mails, colapsada por el trabajo. Quizá es algo muy simple para algunos; sin embargo, en la medida en que lo dejo para después, se convierte en esa carga emocional que me repite internamente: “Hoy tampoco lo lograste”.
Hoy quiero invitarte a reflexionar: ¿Qué no estás logrando hoy?
¿Cuál es esa bandeja de entrada que no estás depurando en tu vida y que te mantiene atascado, impidiéndote cumplirte a ti mismo y elegirte? Puede ser hacer ejercicio, leer una página de un libro, elegir una buena alimentación, eliminar relaciones tóxicas, escuchar con propósito, abrazarte más, amar tus defectos, valorar tu progreso, detener los pensamientos limitantes, abrirte al mundo de posibilidades y empezar a actuar…
Suena sencillo, pero no estás solo. Detrás de estas líneas te acompaño porque a mí también me pasa. Llega un punto en el que mi mente me sabotea con el multitasking; sí, esas tareas acumuladas por falta de orden.
Hoy quiero que tengas un tiempo para ti. Que te mires con más amor, con más propósito y dejes de correr por los demás. Elige correr por ti y depurar lo que limita tu poder de elegirte primero. Una acción pequeña hoy representa un gran porcentaje frente a lo que no hiciste ayer.
No esperes que todo esté perfecto. El perfeccionismo es la vitamina más codiciada por tu amigo el ego, que te doblega y te pone en la cancha de la ceguera: no te deja observarte. Ese mismo ego es el que te dice internamente: “Hoy tampoco lo lograste”. Y ese eco hace ruido en tu subconsciente, cambia tu panorama y frena tu avance.
Además, aparecen situaciones que refuerzan la idea de que “no lo estás logrando”. Y en el ir y venir del día, llega la noche, te acuestas agotado y al día siguiente comienzas de nuevo intentando cumplir con lo nuevo y con lo pendiente de días anteriores… hasta que explotas. Quizá en el trabajo, con tus compañeros o jefe; en casa, con tu pareja, hijos, hermanos o padres. O al final, contigo mismo, castigándote sin compasión.
Es ahí cuando buscas una salida para alcanzar lo que siempre has soñado: ese cuerpazo fit que ves en redes, la casa que aún no compras, el carro de tus sueños que ya tiene tu vecino, el cargo por el que te has esforzado, el viaje que postergas, o ese idioma que siempre quieres aprender pero dejas para después. Todos esos propósitos se acumulan como esa bandeja de entrada sin depurar.
Pero recuerda: tú eres tu prioridad. Hoy puedes estar atravesando diferentes escenarios, pero nada cambia afuera si no empiezas a cambiar dentro. Cuando afuera ves las cosas distintas, es porque tú cambiaste primero.
Esta semana, en una sesión con un grupo maravilloso que está reconfigurando sus hábitos, hablábamos de que no necesitas esperar a que todo esté en orden para empezar por ti. La vida siempre pondrá nuevas actividades y responsabilidades para que postergues. La clave es empezar con algo, por pequeño que parezca.
Y si llegaste hasta aquí, quiero felicitarte y honrarte: leer este blog ya es un primer paso.
Quiero compartirte también mi nuevo e-book, disponible en Amazon Kindle: "Instaura en 21 días un hábito", que se ha convertido en una herramienta de acompañamiento para miles de empresarios que buscan transformar sus hábitos y reforzar los que ya tienen.
Además cada semana abro un espacio de mentoría personalizada 1:1, diseñado para acompañar procesos de transformación real. En estas sesiones trabajo de manera cercana con personas que han comenzado a dar pequeños pasos y desean avanzar más profundo en áreas clave de su vida.
- Relación con el dinero: aprendemos a identificar creencias limitantes, diseñar un plan financiero consciente y cultivar una mentalidad de abundancia. Por ejemplo, una de mis clientas pasó de sentirse culpable al gastar a crear un presupuesto que hoy le da libertad y seguridad.
- El poder de la adaptación: trabajamos cómo enfrentar los cambios sin resistencia, desarrollando resiliencia y flexibilidad. He visto cómo personas que temían a un nuevo trabajo o mudanza, hoy lo ven como una oportunidad de crecimiento.
- Construcción de hábitos: creamos rutinas sostenibles que alinean tu vida con tus metas. Un ejemplo: quienes nunca lograban mantener un hábito de lectura, ahora leen 15 minutos diarios como un ritual sagrado.
- Negocios y emprendimiento: fortalecemos tu visión, estrategias y propósito en tu proyecto. Acompaño a emprendedores que sienten que su negocio está estancado a encontrar claridad, enfocarse en lo esencial y accionar con confianza.
Porque al final, estamos en un mundo de aprendizajes constantes. Cada etapa trae consigo retos, y cada reto es una oportunidad para conocerte más y crecer con propósito.
Y ahora te invito a unirte a mi nueva comunidad Brilla con Propósito, un espacio creado más que como comunidad, como un equipo de seres humanos con el propósito de crecer, ser mejores versiones de nosotros mismos y conquistar esas áreas de la vida que necesitan refuerzo.
Con cariño,
Alejandra Salgado
Coach | Mentora | Speaker | Autora
Comentarios Populares